La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro, pero cuando se convierte en una constante en la vida diaria, puede causar un sufrimiento significativo. Los efectos de la ansiedad en la vida cotidiana de las personas son variados y pueden manifestarse tanto a nivel físico como emocional. Muchas personas experimentan miedo a morir o miedo a perder el control de diversas maneras.
A nivel físico, la ansiedad puede provocar síntomas como palpitaciones, sudoración, tensión muscular, dolores de cabeza y problemas digestivos. Las personas que padecen ansiedad pueden experimentar dificultades para dormir, lo que a su vez agrava su estado general de salud y bienestar. La fatiga constante debida a la falta de sueño puede hacer que realizar tareas cotidianas sea más difícil.
En el ámbito emocional, la ansiedad puede llevar a una preocupación excesiva y a pensamientos negativos constantes a futuro. Las personas pueden sentir miedo ante situaciones comunes o experimentar un nivel elevado de nerviosismo que afecta su capacidad para disfrutar de las actividades diarias. Esto puede llevar a evitar exponerse a situaciones sociales, educativas o laborales, lo que, a su vez, puede desencadenar sentimientos de aislamiento y soledad.
La ansiedad también puede influir en la capacidad de concentración y toma de decisiones, dificultando el desempeño en el trabajo o los estudios. Además, puede causar cambios de humor y reacciones emocionales intensas, afectando las relaciones personales.
Aquí hago referencia al Estrés, cotidianamente nos referimos al estrés dándole una connotación negativa, pero el estrés no es malo en sí mismo ya que tiene una función adaptativa, protectora y de sobrevivencia.
El estrés se divide en dos:
Eustrés, que genera una energía proporcional a la demanda de la situación, nos emociona y mueve para lograr los objetivos, nos ayuda a adaptarnos.
Y el distrés, que libera una energía poco ajustada a la situación, puede ser excesiva, desgasta, deteriora y reduce nuestras habilidades para enfrentarnos a las situaciones. Es como si, se nos quedara una alarma encendida que ya no protege, sino que deteriora. Y es lo que sentimos mucho cuando experimentamos ansiedad
El sufrimiento que produce la ansiedad es profundo y puede llevar a una sensación de pérdida de control sobre la propia vida. Las personas que sufren de ansiedad a menudo se sienten atrapadas en un ciclo de preocupación y miedo constante, lo que puede afectar gravemente su calidad de vida.
La ansiedad puede tener un impacto significativo en la vida familiar y en las relaciones sociales de las personas. Algunos de los efectos más comunes que la ansiedad puede tener en la vida de quienes lo padecen son:
Dificultad para comunicarse: teniendo problemas para expresar sus pensamientos y emociones de manera clara y efectiva. Esto puede llevar a malentendidos en las relaciones con familiares y amigos.
Irritabilidad: La ansiedad puede hacer que una persona sea más irritable o sensible a los desencadenantes emocionales. Esto puede causar tensiones en las relaciones con los seres queridos.
Evitación de situaciones sociales: Las personas con ansiedad pueden evitar situaciones sociales por miedo a sentirse abrumadas o juzgadas. Esto puede resultar en un aislamiento social y una reducción en las oportunidades para relacionarse con otros.
Dependencia emocional: En algunos casos, la ansiedad puede hacer que una persona dependa emocionalmente de sus familiares o amigos para obtener apoyo y consuelo. Esto puede poner una carga adicional en esas relaciones y afectar su dinámica. Delegar constantemente y solicitar a otros que nos resuelvan nos deja un mensaje de incapacidad y refuerza el miedo a poder lograrlo.
Problemas de confianza: La ansiedad puede llevar a la persona a desconfiar de los demás, incluso de aquellos cercanos a ella. Esta falta de confianza puede crear barreras en las relaciones personales. Siendo más un asunto de su propia percepción.
Inestabilidad emocional: Las fluctuaciones en el estado de ánimo causadas por la ansiedad pueden hacer que las relaciones sean impredecibles y tensas. Esto puede dificultar mantener relaciones sólidas y saludables.
Falta de interés en actividades familiares y sociales: La ansiedad puede llevar a la persona a perder interés en actividades que solía disfrutar con familiares y amigos, lo que puede afectar negativamente las relaciones.
Impacto en la vida familiar: En el ámbito familiar, la ansiedad puede afectar la dinámica y la armonía del hogar. Los miembros de la familia pueden sentirse preocupados o estresados por el bienestar de la persona que sufre de ansiedad.
De igual manera, la ansiedad puede tener un impacto considerable en el desempeño laboral de las personas, afectando diversos aspectos de su trabajo. Algunos de los efectos más comunes de la ansiedad en el ámbito laboral es la disminución de la concentración cuando los pensamientos ansiosos invaden e interrumpen el enfoque y reducir la productividad. El desempeño inconstante por las fluctuaciones en el rendimiento, la persona puede ser muy productiva, mientras que, en otros, la ansiedad puede causar retrasos o errores. El miedo a cometer errores y equivocarse le que puede llevar a la procrastinación o a una excesiva revisión de las tareas, retrasando la finalización de las mismas.
Puede generar elaciones laborales tensas al dificultar la comunicación con colegas y superiores. Evitar ciertas responsabilidades o tareas que les provocan miedo o incomodidad, lo que puede limitar su desarrollo profesional. Ausentismo laboral ya sea por incapacidad para enfrentar el estrés laboral o por razones médicas relacionadas con la ansiedad. Impacto en la toma de decisiones, ya que la ansiedad puede afectar la capacidad de tomar decisiones de manera rápida y efectiva. Las personas pueden dudar más de sus decisiones o evitar tomar decisiones importantes por temor a cometer errores. Y finalmente, los problemas de salud relacionados con el trabajo, cuando el estrés laboral y la ansiedad pueden contribuir a problemas de salud física y mental, como insomnio o depresión, que pueden afectar aún más el desempeño en el trabajo.
La ansiedad no tratada o de una forma no adecuada puede tener un impacto significativo en la salud mental de una persona y aumentar el riesgo de desarrollar otros trastornos mentales. Y aspectos de la salud mental. Algunos de ellos son:
Desarrollo de depresión: La ansiedad crónica puede contribuir al desarrollo de la depresión. Las personas que sufren de ansiedad pueden experimentar sentimientos de desesperanza y desánimo, que son síntomas característicos de la depresión.
Trastornos obsesivo-compulsivos (TOC): La ansiedad puede aumentar el riesgo de desarrollar TOC, un trastorno en el que las personas experimentan pensamientos intrusivos y compulsiones repetitivas para intentar aliviar la ansiedad.
Trastornos de pánico y ataques de pánico: La ansiedad no tratada puede evolucionar hacia trastornos de pánico, caracterizados por ataques repentinos de miedo intenso que pueden durar varios minutos y provocar síntomas físicos y emocionales.
Trastornos de estrés postraumático (TEPT): Las personas que experimentan eventos traumáticos pueden desarrollar TEPT. La ansiedad no tratada puede empeorar los síntomas de TEPT, incluyendo flashbacks, pesadillas y evitación de ciertas situaciones.
Trastornos de la alimentación: La ansiedad puede estar relacionada con trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa y la bulimia. La preocupación por el control y la imagen corporal puede estar relacionada con altos niveles de ansiedad.
Dependencia de sustancias: Las personas con ansiedad no tratada pueden recurrir al consumo de drogas o alcohol para intentar controlar sus síntomas, lo que puede resultar en dependencia o abuso de sustancias.
Trastornos del sueño: La ansiedad puede causar insomnio y problemas de sueño crónicos, lo que puede empeorar los síntomas de otros trastornos mentales.
Aumento del riesgo de autolesiones o pensamientos suicidas: La ansiedad no tratada puede llevar a sentimientos de desesperación y una percepción distorsionada de la realidad, aumentando el riesgo de autolesiones y pensamientos suicidas.
Existen terapias especializadas que trabajan la ansiedad, como la Terapia Breve Estratégica, que es el enfoque y modelo de psicología moderna en el cual baso mis intervenciones terapéuticas, a través de la cual, mis pacientes obtienen cambios que les parecían imposibles o lejanos y que tardarían mucho tiempo en conquistar. Mediante estrategias especializadas en problemas relacionados a la ansiedad conseguimos recuperar el control de sus vidas.
A veces la desesperanza invade a quienes ya se han hecho incluso, múltiples chequeos médicos, probado con fármacos y terapias alternativas, pero el problema persiste, porque no son intervenciones apropiadas ni especializadas en este problema.
Es importante que el profesional que le acompañe en este proceso de sanación sea un experto en el tema ya que tiene características específicas y debe ser abordado de la forma más diligente, eficaz y eficiente.
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