"Cuando el cuerpo habla: La ciencia detrás del estrés y la ansiedad" Psicóloga en Heredia
- Nora Isabel Ramírez
- 9 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: hace 6 días

En mi práctica clínica y en la vida diaria, noto como los términos "estrés" y "ansiedad" suelen utilizarse indistintamente. Sin embargo, aunque están relacionados, no son lo mismo. Comprender sus diferencias y similitudes es clave para abordar cada uno de manera eficaz y promover un mejor bienestar emocional.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta adaptativa del cuerpo ante una demanda externa, como una fecha límite, una discusión o una situación de peligro. Esta respuesta es regulada por el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, que activa la liberación de cortisol y adrenalina.
Características del estrés:
Tiene una causa externa identificable.
Puede ser agudo (corto plazo) o crónico (sostenido en el tiempo).
Suele desaparecer cuando la situación estresante se resuelve.
Tiene una función saludable en pequeñas dosis (eustrés), ayudándonos a rendir mejor.
El estrés crónico que desgasta y deteriora se conoce como distrés.
¿Y la ansiedad qué es?
La ansiedad es también una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro.
La ansiedad funcional es aquella que nos ayuda a enfrentar situaciones desafiantes de manera efectiva. Es una respuesta adaptativa y temporal que nos prepara para actuar en momentos de peligro o estrés.
La ansiedad patológica, por otro lado, es una respuesta desproporcionada y persistente ante situaciones que no representan un peligro real o inmediato.
Incluye síntomas físicos (taquicardia, hiperventilación, sudoración, tensión muscular, mareos, hormigueo, rigidez de la caja toráxica, y muchos más), cognitivos (preocupación constante, dificultad para concentrarse) y conductuales (evitación, inquietud).
Cuando es intensa, en su máxima expresión la forma extrema del miedo sería un ataque de pánico, es una rápida escalada de reacciones que lleva a una sensación de pérdida de control. Se asocia a miedo a morir o a enloquecer y activan pensamientos y convicciones amenazadoras frecuente o interfiere con la vida diaria.
Similitudes entre estrés y ansiedad
Ambas activan el sistema nervioso simpático, generando una respuesta de “lucha o huida”.
Pueden incluir síntomas físicos como fatiga, insomnio, dolores musculares y problemas digestivos.
Afectan el estado de ánimo y el rendimiento diario.
Pueden alimentarse mutuamente: el estrés mantenido puede derivar en ansiedad, y la ansiedad puede generar más estrés.
El estrés y la ansiedad son experiencias humanas comunes y naturales, entender sus diferencias nos permite abordarlas con mayor precisión. No se trata de eliminar o controlarlas, sino de aprender a gestionarlas de forma saludable.
Cuando los síntomas persisten, interfieren con tus actividades o afectan tus relaciones, es importante acudir con un psicólogo especializado. Ansiedad y estrés, psicóloga en Heredia.
¡No esperes más para dar el siguiente paso!
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